Modelar con palabras

4 mirando a traves de una ventanaRecuerdo mi angustia cuando me enfrentaba al riguroso “qué quieres ser de mayor” y recuerdo aún mejor el día en que sin saber que pudiera llamarse profesión supe que modelar y remodelar con palabras era lo que mayor interés me causaba, porque, al fin y al cabo, las palabras son lo único que enteramente nos pertenece. Me preguntaba de dónde venían, quién era su dios, por qué escribirlas así y no de otra manera, ¿por qué una jirafa tenía que llamarse jirafa y no mono?… Entonces empezó a apasionarme la filología, y a través de ella el aprender para enseñar y el enseñar aprendiendo. Y casi por casualidad, o al menos eso creí en su momento, fui a parar a una editorial, al departamento de Literatura Infantil y Juvenil, donde se me abrió todo un mundo de conocimientos, de entretenimiento, de apoyo y de ayuda, y donde no solo podía investigar o leer, sino que tenía el poder de cambiar, de elegir, de modificar el orden de las palabras y de saber que mi labor ayudaría a que muchos niños disfrutaran del placer de sumergirse en un libro.

Sigo sin tener respuesta a muchas de las preguntas que me hacía de niña, pero me siento hoy muy afortunada de saber qué quiero de mayor: una buena editora.